La culpa es de Noé

Has pasado tu vida viendo arriba, llenando huecos con vanidades, preguntándote y ahogándote, la tierra es tu hogar pero tu alma busca su origen. No está aquí.

Un dios un día decidió que su experimento se había perdido. ¿Para qué repararlo? Si bueno, borrarlo es la solución ¿No, Dios que todo lo puede?. Noé buen creyente cumplió profecías que solo él imaginaba, cabezas flotantes, imagines tangentes, realidades alternas traídas al presente. Una ola para sanar, cráteres para erradicar. Pero qué aburrido el Dios quedaría si ya la tierra no existía.

-Animales pueden venir, pero tu hombre desgraciado con tu voluntad y libertad, náuseas produces a mi deidad, débil me siento a tu humanidad, pero puedo otra distracción crear.

La guerras, las venas, arena. Impulsos humanos, solo esta raza tiene desprecio, tan poderoso.

Noe debiste ir a retozar, pero todos somos iguales, y siempre se repite la historia, condenados estamos.

Tú, Dios, debiste seguir experimentando, no tomar como hijos a quien destruye tu hogar, cometemos tu error a diario y destruimos el amor de nuestros iguales, pensamos en nosotros mismos, idealizamos nuestra entrada en el mundo y la salida épica de él, contigo o sin ti. Libre albedrío, así es como mueres.

¿Te crees verdaderamente que puedes elegir? Te dice tu Dios al oído, cuándo un plan creas, sin su permiso.

Leave a comment